La famosa perla azul de Marruecos: Chefchaouen.
Conocida también como Chaouen o Xauen, esta ciudad en las montañas del Rif, al norte de Marruecos, fue fundada en 1471 sobre un asentamiento bereber y poblada originalmente por exiliados de Al-Andalus.
Hoy en día, Chefchaouen cuenta con más de 35.000 habitantes, pero conserva el encanto de un tranquilo pueblo de montaña, lo que la convierte en un oasis de tranquilidad en comparación con otras ciudades marroquíes. Sus calles pintadas de azul hacen de este destino un lugar mágico para explorar.
Te has preguntado ¿Por qué es azul? Bueno, hay diferentes teorías:
La más curiosa dice que el color azul espanta a los mosquitos. Otra, que fueron los judíos quienes pintaron las paredes de azul para diferenciarse del color verde que representa a la cultura musulmana. Y la tercera, dice que el pueblo judío las pintó así, simbolizando el cielo y la libertad.
Mito o verdad, esta medina es un destino único, pintoresco, y extremadamente fotogénico, y a continuación te contamos cuales son los imprescindibles :)
Este es el corazón de Chefchaouen, donde encontrarás la mayoría de los cafés, hoteles y restaurantes. Aquí también se hallan dos de los edificios más importantes: la Alcazaba y la Mezquita Kebir.
También conocida como Kasbah, esta fortaleza data del siglo XV. Fue construida de piedra y barro y su función principal fue la de proteger la ciudad y a sus habitantes de los ataques externos. Sus paredes rojizas destacan, además de ser un edificio monumental en comparación a la escala del resto de la ciudad.
Dentro podremos encontrar el Museo Etnográfico de Chefchaouen, donde se exhibe una interesante colección de objetos tradicionales relacionados con la cultura y la historia de la región. No se pierdan las vistas desde la torre.
Los horarios de visita pueden variar y el pago es solo en efectivo en moneda local.
Fácil de reconocer por su minarete octogonal, esta mezquita es un excelente ejemplo de la arquitectura islámica tradicional en la región. Ten en cuenta que no está permitida la entrada a no musulmanes.
Conocida como "los lavaderos", recibe este nombre ya que aquí la gente se acerca a lavar su ropa a mano y aunque actualmente ya no es tan habitual encontrarlo en uso, sigue siendo recomendable pasar por allí.
Está situada junto al manantial del río Fouara, que provee de agua a la ciudad, riega huertos y permite operar a algunos molinos a lo largo de sus márgenes, muchos de ellos, convertido en cafeterías.
La experiencia en la medina es envolvente, desde los aromas de la comida tradicional y las especias hasta las conversaciones animadas en cafés y plazas. Este es el centro comercial y social de la ciudad, sus callecitas laberínticas están repletas de tiendas de artesanías, talleres de tejedores, puestos de especias y productos típicos.
La disposición de la medina es alargada, y su ubicación entre montañas hace que el recorrido alterne entre escaleras y pendientes. Es interesante saber que aquellas calles cuyo suelo está pintado de azul, indican que no tienen salida, algo útil para orientarse mientras se exploran sus rincones.
La medina de Chefchaouen no se parece a ninguna otra, y no es solo por su característico color, sino que tiene un clima mucho más tranquilo que contrasta con el bullicio de otras ciudades marroquíes. La recomendación principal para conocerla es simplemente perderse por sus callejones.
Uno de los más conocidos es el mirador Bouzafar, al cual se accede a través de un sendero que parte desde Los Lavaderos. La caminata es cuesta arriba, pero no serán más de unos veinte minutos y las vistas lo valen. Ideal para quedarse a ver la puesta de sol.
Puedes utilizar la mezquita Jemaa Bouzafar (una mezquita española abandonada que se encuentra ahí mismo) como punto de referencia para llegar.
También hay un mirador desde la carretera que da ingreso a la ciudad, desde el cual podrás apreciar toda la medina con la montaña por detrás.
¡Ponte a prueba a ver con cuantas fotografías de puertas regresas de este viaje! Es que son una más bonita que la otra, y las hay de todos los tamaños. Bastará con ir caminando entre sus callecitas para ir descubriéndolas.
Esta pintoresca plaza, con su fuente en el centro y las montañas del Rif como telón de fondo, es otro sitio imprescindible en tu visita. A pocos metros podremos ver la mezquita del Suk del siglo XIX.
Quizás el sitio más "famoso" de Chefchaouen: este callejón con escaleras está adornado con macetas coloridas en cada escalón, creando una imagen icónica del pueblo.
Según dicen, es el callejón MÁS azul de Chaouen. Se trata de un pasillo estrecho de escaleras que te invita a recorrerlo y capturar su atmósfera con una fotografía.
Otro de los rincones más fotografiados de la ciudad. Se trata de una escalera que en su comienzo tiene unos enormes maceteros pintados como mosaicos en distintos colores. Justo enfrente se encuentra una pequeña mezquita. ¡Este fue nuestro lugar favorito!
Son unas pequeñas escaleras revestidas en mosaicos de todos los colores y cuadritos colgados en sus paredes.
Se trata de un hermosísimo patio privado decorado con plantas, al cual podrás acceder pagando una pequeña entrada al dueño (realmente simbólica, no llega a los 0,50 €).
A lo largo de la ciudad, encontrarás fuentes ornamentales en calles como Metilah, Sidi Ben Ali y Derb Lalla Zahra. Cada una tiene su propio encanto.
Chefchaouen no cuenta con aeropuerto ni estación de tren. Los aeropuertos más cercanos se encuentran en las ciudades de Tánger y Tetuán.
En bus
Esta es la opción más económica, aunque, no siempre la más cómoda ya que tardan un poco más y a veces tienen horarios irregulares que pueden no quedar muy cómodos en tu itinerario. Te recomendamos reservar tu ticket con antelación aquí .
El trayecto desde Fez es de unas 4 horas y se hacen dos paradas de 20 minutos, en una de ellas tendrás donde comprar alguna bebida o comida, y utilizar el baño.
Coche
Las carreteras en Marruecos son seguras y están en muy buen estado.
Desde Tánger es un trayecto de 112 km, que supone poco más de 2 horas.
Desde Tetuán son unos 65 km, aproximadamente una hora y media.
También se puede llegar fácilmente desde la ciudad de Fez, pero esta vez el recorrido es de unos 200 km, es decir unas 3:30 horas.
Excursión
Desde Tánger, Tetuán o Fez, puedes contratar tours de ida y vuelta a Chefchaouen para visitarlo en un solo día.
La mejor época para visitar Chefchaouen es en primavera (marzo a mayo) y otoño (septiembre a noviembre), cuando las temperaturas son más templadas.