En septiembre de 2015, líderes mundiales acordaron los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), una hoja de ruta global para garantizar la prosperidad de la humanidad y la protección del planeta hacia el 2030. Estos objetivos abarcan desafíos cruciales como el cambio climático, la erradicación de la pobreza, la igualdad de género, el acceso al agua potable, la conservación de ecosistemas terrestres y marinos, el uso de energía limpia, y la sostenibilidad de las ciudades, entre muchos otros.
Para lograr estas metas, es vital la colaboración entre gobiernos, empresas, organizaciones y, por supuesto, todos nosotros como individuos.
En este contexto, el turismo se posiciona como uno de los sectores económicos más influyentes a nivel global. Pero también es una industria que genera un fuerte impacto en el medio ambiente, la economía local y las comunidades que visitamos.
El turismo sostenible se puede definir entonces, como aquel que persigue los siguientes objetivos fundamentales:
• Conservación y uso sostenible de los recursos naturales y la biodiversidad.
• Respeto por la autenticidad sociocultural de las comunidades locales.
• Fomento de actividades económicas viables que generen empleo y beneficios para las poblaciones locales
Viajar sosteniblemente no solo implica minimizar el impacto negativo, sino también maximizar los beneficios positivos para las comunidades receptoras.
Se trata de tomar decisiones conscientes durante todo el proceso del viaje, con una mentalidad de respeto, aprendizaje y responsabilidad. Al hacerlo, no solo ayudamos a preservar los destinos que amamos, sino que también enriquecemos nuestra experiencia como viajeros, conectando más profundamente con los lugares que visitamos y las personas que conocemos.
¿Estás listo para hacer de tu próximo viaje una oportunidad para marcar la diferencia?
Conoce más sobre nuestra visión y compromiso en V de Viajeros respecto a la generación de conciencia ambiental en nuestra comunidad.
Albania es uno de los países firmantes del Acuerdo de París y está comprometido con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
El turismo está creciendo en todo el país y plataformas como Booking lo han mencionado como uno de los diez destinos emergentes del mundo.
Considerado una joya del Adriático, Albania tiene todo para enamorar: paisajes vírgenes, playas paradisíacas, una lengua y cultura propias, y más de 2.000 años de historia. Además, es conocido por ser un destino “bueno, bonito y barato”.
Aún poco explorado, Albania tiene la oportunidad única de diseñar un modelo turístico sostenible para los próximos años. Los especialistas proyectan un crecimiento exponencial del turismo en el país en los próximos cinco años. Por ello, el gobierno está ampliando las áreas protegidas, que en 2017 ya representaban el 16% del territorio nacional.
Actualmente, Albania cuenta con 13 Parques Nacionales y ha implementado una ley de protección del patrimonio natural, consolidando sus esfuerzos hacia un desarrollo turístico responsable.
Aquí te dejamos ocho actividades que destacan por su enfoque en el turismo sostenible:
Butrinto, en el sur de Albania, es un sitio arqueológico de gran relevancia científica, cultural y social. Esta ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, fue habitada por griegos, romanos, bizantinos y venecianos, antes de ser abandonada en la Edad Media y redescubierta en 1928.
El Parque Nacional de Butrinto abarca 2.500 hectáreas que incluyen bosques y un ecosistema alimentado por el Lago de Butrinto y el Canal Vavari, que conecta sus aguas con el Mar Jónico. Además de su riqueza natural, las ruinas de esta antigua ciudad ofrecen una experiencia única de turismo ecológico y cultural.
Divjaka es uno de los ecosistemas más valiosos de Albania, especialmente por su fauna. Aquí, el protagonista es el pelícano ceñudo, una especie en peligro de extinción que cuenta con el 7% de su población mundial en este parque. Con un peso de hasta 16 kilos y una envergadura de más de 3 metros, el pelícano ceñudo es una de las aves voladoras más grandes del mundo.
Ubicado en los Alpes Dináricos (también conocidos como las “Montañas Malditas”) Theth se encuentra a 70 kilómetros de Shkroder, una de las ciudades más antiguas e históricas de Albania, y actual centro cultural y económico del país. el Parque Nacional de Theth es ideal para los amantes del senderismo, ofreciendo paisajes atravesado por montañas, bosques y arroyos.
Entre los puntos destacados están la cascada de Grunas con una caída de 30 metros, la ruta a Ruta al Blue Eye, y el sendero entre Valbona y Theth. Además, en agosto se celebra el festival Zâ, donde músicos albaneses rinden homenaje a la naturaleza y la cultura local. Desde ciudades como Shkroder o Tirana se organizan excursiones que incluyen alojamiento y gastronomía tradicional.
La Riviera Albanesa, con más de 100 kilómetros de playas y calas increíbles, es un destino imperdible y poco explorado por lo turistas extranjeros.
Es recomendable evitar los meses de julio y agosto por las altas temperaturas y la cantidad excesiva de gente (tiene un fuerte turismo interno), sin embargo, en meses como junio o septiembre las temperaturas siguen siendo muy adecuadas para el baño, y la densidad turística disminuye, lo mismo que los precios.
Desde Vlore hasta Butrinto hay muchísimas opciones, pero nuestras playas más recomendadas son Gjipe, que cuenta con un espectacular cañón y en donde es posible acampar; Kroreza, accesible solo en barco; y algunas más conocidas como Ksamil, Kakome y Jale. Recordemos siempre recoger los residuos y respetar el entorno, ya que la gestión de plásticos y basura sigue siendo uno de los mayores retos de la región.
Si buscas conectar profundamente con las comunidades locales de Albania, agencias como Albaniantrip ofrecen tours diseñados para sumergirte en la vida cotidiana del país. Estas experiencias incluyen visitas a escuelas y hogares locales, donde podrás conocer de primera mano sus tradiciones y aprender sobre iniciativas medioambientales desarrolladas por las comunidades. Además, tendrás la oportunidad de degustar platos típicos albaneses, elaborados con ingredientes locales.
El recorrido también puede llevarte a explorar los pueblos industriales que surgieron durante la época comunista o a Berat, conocida como la "ciudad de las mil ventanas". Este encantador pueblo de origen otomano destaca por su arquitectura única y es considerado un símbolo del patrimonio cultural de Albania.
El Cañón de Osum, ubicado en la región de Skrapar, es uno de los desfiladeros más espectaculares de los Balcanes. Conocido como el “Gran Cañón de Albania”, este lugar es perfecto para practicar rafting, especialmente en primavera, cuando el deshielo aumenta el caudal de sus aguas.
El desfiladero tiene 26 kilómetros de longitud, con paredes de hasta 100 metros de altura y un ancho que varía entre 1,5 y 35 metros. Los rápidos de Clase II hacen que este recorrido sea adecuado incluso para principiantes. Durante el verano, el nivel del agua disminuye, lo que permite realizar caminatas por el interior del cañón.
A 14 kilómetros de Permet, en el noreste de Gjirokaster, se encuentran las termas de Banjat, un oasis de bienestar en medio de la naturaleza.
Las aguas que brotan a unos 30°C, fluyen río abajo creando piscinas naturales donde los visitantes pueden relajarse.
El mejor momento para ir es en invierno, cuando la temperatura exterior apenas supera los 0° C y las aguas permiten disfrutar de un perfecto spa al aire libre. La entrada tiene un costo aproximado de 200 Lek (unos 2 euros), y el acceso se puede realizar en coche desde Përmet, aunque también existe la opción de llegar a pie en una caminata de aproximadamente 3 horas.
Albania también celebra su rica cultura a través de festivales. En marzo, el Festival Nacional de Canciones Populares Urbanas rinde homenaje a artistas de todo el país y se celebra en varias ciudades y pueblos, con Elbasan como epicentro de las celebraciones.
La celebración pública más grande es el Festival dela Cerveza Korça, celebrado en agosto. Se realiza en la ciudad que le da el nombre, y el evento reúne a miles de personas con música en vivo, bailes tradicionales y más de 14.000 pintas de cerveza local servidas cada año.