Noche inmaculada a orillas del Torneträsk, que en las primeras semanas de enero ya luce completamente helado. El viento sopla fuerte, dispersando la nieve constantemente y dificultando el andar. Recuerdo que aquella velada mi objetivo era incluir los reflejos de la Luna en el hielo, y para lograrlo caminé aproximadamente una hora hasta encontrar un sector desnudo de nieve. Una hermosa postal, impregnada vívidamente con el aura de la Luna llena.
Noche inmaculada a orillas del Torneträsk, que en las primeras semanas de enero ya luce completamente helado. El viento sopla fuerte, dispersando la nieve constantemente y dificultando el andar. Recuerdo que aquella velada mi objetivo era incluir los reflejos de la Luna en el hielo, y para lograrlo caminé aproximadamente una hora hasta encontrar un sector desnudo de nieve. Una hermosa postal, impregnada vívidamente con el aura de la Luna llena.