Esta foto la tomé en enero 2024, usando como protagonistas a las hermosas casitas de la marina del lago Torneträsk, que luego de varias semanas lidiando con temperaturas por debajo de los -30 grados centígrados, lucian lúgubres e inhóspitas. Una escalofriante pero bella postal del ártico sueco, y su infaltable cielo estrellado.
Esta foto la tomé en enero 2024, usando como protagonistas a las hermosas casitas de la marina del lago Torneträsk, que luego de varias semanas lidiando con temperaturas por debajo de los -30 grados centígrados, lucian lúgubres e inhóspitas. Una escalofriante pero bella postal del ártico sueco, y su infaltable cielo estrellado.